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infoRETAIL.- El sector de la distribución alimentaria facturará este año un total de 90.811 millones de euros en España, lo que representa un incremento del 0,3% respecto al curso pasado, según las previsiones del Observatorio Sectorial DBK de Informa.

Estos pronósticos suponen una ralentización del sector, con una caída de 1,4 puntos en el ritmo de crecimiento durante los últimos doce meses. De hecho, el año pasado la facturación ascendió a 90.540 millones de euros, un 1,7% más que en 2017.

Por canales, los supermercados y autoservicios obtuvieron unas ventas de 73.190 millones de euros, un 2,1% más que en 2017, mientras que la cifra de negocio de los hipermercados cayó un 0,2%, hasta quedarse en 13.250 millones. Por su parte, los centros cash&carry facturaron 4.100 millones de euros, lo que representa una subida interanual del 0,6%.

El ritmo de crecimiento previsto para este año supone una caída de 1,4 puntos respecto al logrado el año pasado

El informe realiza un análisis sobre la situación del mercado ibérico (España y Portugal) de la distribución alimentaria, que estima que este año logre un volumen de negocio cercano a los 107.500 millones de euros, un 0,6% más que en 2018. "Se prevé que la facturación del sector mantenga a corto plazo un crecimiento muy moderado, en un contexto de ralentización del gasto de las familias en bienes de consumo", indica el estudio.

En 2018 se prolongó la tendencia de crecimiento del volumen de negocio de la distribución alimentaria en el mercado ibérico, si bien se registró una variación inferior en comparación con el bienio 2016-2017. Así, las ventas se situaron en 106.880 millones de euros, un 1,9% más que en 2017, año en el que se había contabilizado un aumento del 3,2%.

Los supermercados y autoservicios continuaron ganando cuota de mercado. Su volumen de negocio registró una variación en el conjunto de España y Portugal del 2,3%, hasta los 84.630 millones de euros. Por su parte, los ingresos agregados de los hipermercados se estancaron en 2018, cifrándose en 16.550 millones de euros, lo que motivó una reducción de su penetración en el conjunto del mercado hasta el 15,5%.

El buen comportamiento de la demanda en el sector de la restauración permitió un incremento moderado de los ingresos de los establecimientos cash&carry. El volumen de negocio agregado de este tipo de establecimientos alcanzó los 5.700 millones de euros, lo que supuso un aumento del 1% respecto a la cifra registrada en el año anterior.

Más presión sobre los precios y la rentabilidad
En este marco, la presión sobre los precios y la rentabilidad del sector aumentará a corto plazo, pese a la tendencia al alza del consumo de algunos productos con mayores márgenes, como comidas preparadas y alimentos premium y ecológicos. La orientación de la demanda hacia compras más frecuentes y de menor importe continuará favoreciendo el crecimiento de las ventas de los supermercados de proximidad.

El aumento de las inversiones destinadas a desarrollar canales de comunicación y venta digitales y a modernizar las estructuras logísticas, así como la internacionalización de la actividad de algunas compañías, son otras tendencias destacadas en el sector.