José María Bonmatí, de Aecoc

infoRETAIL.- El sector de la cadena alimentaria ha reivindicado su carácter esencial durante la crisis sanitaria y ha solicitado a las autoridades una vacunación rápida y ordenada de sus trabajadores, antes de que comience el proceso general de inmunización por edades.

En una rueda de prensa virtual en la que han intervenido las principales asociaciones empresariales del sector (Aecoc, Anged, Asedas, ACES, FIAB y Cooperativas Agroalimentarias) y a la que ha asistido infoRETAIL, la cadena alimentaria ha manifestado que considera “imprescindible” que sus profesionales tengan un acceso prioritario al plan de vacunación, toda vez que el suministro de vacunas parece estar garantizado y que se ha avanzado en el calendario para los colectivos de riesgo y otros sectores esenciales.

Asimismo, distribución y gran consumo han vuelto a tender la mano a las administraciones públicas para colaborar en el proceso de vacunación de los cerca de 2,3 millones de personas que trabajan en el sector. “En la cadena alimentaria echamos en falta que este carácter esencial declarado al inicio de la crisis sanitaria se ponga de manifiesto en los planes de vacunación”, lamenta el director general de Aecoc, José María Bonmatí (en la imagen).

García Magarzo (Asedas): “Ahora es el momento de vacunar a los trabajadores de la cadena alimentaria, antes de que comience la vacunación por edades que no es de riesgo”

El directivo considera recuerda que, en caso de tener que tomarse nuevas medidas de restricción de movilidad, el sector tiene que volver a ser capaz de garantizar el abastecimiento de productos básicos a la población. “Actualmente sigue existiendo un nivel de presencialidad muy alto, ya que las restricciones todavía no han acabado y nosotros garantizamos el suministro a diario”, advierte.

En este sentido se ha manifestado también el director general de Asedas, Ignacio García Magarzo: “No estamos pidiendo que seamos esenciales, porque es algo que ya se declaró así en su momento, sino que se trata de un pura coherencia y se mantenga esa consideración”. 

“Seguimos siendo un sector esencial y presencial. Pase lo que pase en los próximos meses, hay unos trabajadores que en todo caso tendrán que seguir prestando su servicio esencial. Es el momento de vacunarles ahora, antes de que comience la vacunación por edades que no es de riesgo. Es urgente”, añade.

“Cuestión de lógica”
Las asociaciones han puesto especial énfasis en aclarar que “no se trata de pedir privilegios, sino de una cuestión de lógica”. En palabras de Bonmatí, “no es un tema de querer ir por delante, ya que este sector ha demostrado su responsabilidad diciendo ‘yo me espero’ ante otros grupos de riesgo”. 

Desde la cadena de valor aseguran que el contexto ha cambiado al garantizarse el suministro masivo de vacunas, tras el anuncio de que España recibirá 38 millones de dosis en el segundo trimestre. El sector considera imprescindible que se considere el carácter esencial del sector del gran consumo en su conjunto en el marco del calendario de vacunación que está diseñando el Gobierno, así como la presencialidad que obligatoriamente exigen buena parte de sus puestos de trabajo para adelantar el proceso de inmunización. 

“Es una cuestión de planificación cuando ya dispone de las vacunas necesarias. No solicitamos esta prioridad porque uno sea más que otro, sino porque su función es más relevante. Primero la salud y ahora garantizar el abastecimiento. Es algo que tiene mucho sentido”, remarca el directivo de Aecoc. 

Javier Millán Astray (Anged): “Apenas el 0,8% de trabajadores contagiados corresponde al comercio y la tasa de infección en el sector es un 21% inferior a la media de España”

Sobre el orden a la hora de vacunar a los empleados del sector, las asociaciones abogan por poner en valor la presencialidad. “En primer lugar, la prioridad tiene que estar ligada al factor de presencialidad”, indica el director general de Aecoc. 

Así lo explica también García Magarzo: “Estamos reclamando la vacunación de personas presenciales. En el sector tenemos un porcentaje de personas que sí pueden teletrabajar de las oficinas. Esos son esenciales, pero no tienen la connotación de presencialidad”, al tiempo que lamenta que “se empiece a hablar de vacunar a toda la población cuando aún hay trabajadores presenciales que no lo están”.

Preguntados sobre el impacto del coronavirus en los trabajadores del sector, García Magarzo ha asegurado que la incidencia en la distribución alimentaria siempre ha estado por debajo de la media del país. 

José María Bonmatí reitera que la incidencia ha sido un dato “enormemente positivo, ya que hemos sido un sector esencial y hemos podido garantizar una experiencia segura para trabajadores y clientes. El resultado es la progresiva vuelta a un mayor número de visitas porque las medidas garantizan la seguridad”, sostiene.

Asimismo, el director general de Anged, Javier Millán Astray, ha recordado que apenas el 0,8% de trabajadores contagiados corresponde al comercio, lo que se traduce también en una incidencia muy pequeña en clientes. “Además, según datos oficiales, la tasa de infección en el comercio es un 21% inferior a la media de España, lo que suponen unos resultados muy positivos”, añade.

Colaboración con la sanidad pública
Por ello, el sector ha presentado su modelo de colaboración con la sanidad pública para acelerar el proceso de vacunación y conseguir cuando antes la inmunidad de “rebaño”, que permita recuperar a la mayor brevedad posible la actividad económica y social del país.

El presidente y director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha mostrado la “total colaboración” del sector con el Gobierno y Comunidades Autónomas. “Como industria esencial y comprometida, creemos que nuestra responsabilidad es ayudar en la vacunación. Podemos descargar a los servicios públicos sanitarios de estas tareas y también podemos impulsar la recuperación económica tan necesaria”, declara.

José María Bonmatí (Aecoc), sobre el orden de vacunación: “En primer lugar, la prioridad tiene que estar ligada al factor de presencialidad”

En este sentido, Javier Millán Astray añade que “esta colaboración público-privada se podría vincular a través de tres vías: mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, los servicios médicos propios de las propias empresas y la contratación voluntaria de profesionales sanitarios por las compañías que así lo deseen”.

De hecho, García Magarzo recuerda que ya se utilizado a las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social para la vacunación de los empleados de otros sectores declarados esenciales, como sanitarios, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y docentes. “Se trata de incluir a los trabajadores de la cadena de alimentación y que las Comunidades Autónomas ejecuten ese plan con los medios disponibles. Ya se ha hecho antes”, añade. 

Por su parte, Millán Astray ha confirmado que los diez principales miembros de Anged realizan otras grandes campañas de vacunación a 150.000 trabajadores cada año. “Esta propuesta consiste simplemente en ofrecer unas instalaciones que ya existen y que pueden ayudar si se integran en el plan de vacunación. La idea no es sustituir unos medios por otros”. 

Sobre el proceso de adquisición y suministro de las dosis, Bonmatí señala que, a diferencia de otros casos como la gripe común donde son las propias empresas las que pueden adquirir las vacunas, “aquí el sistema de trazabilidad es único”. Por lo tanto, la estructura estaría centralizada y las vacunas serían suministradas por las Comunidades Autónomas que las reciben del Gobierno central.

Problemas en la gestión de bajas
Además, esta colaboración público-privada permitiría liberar de presión asistencial a los Servicios Públicos de Salud de las Comunidades Autónomas. La incorporación de los centros de las empresas del sector al plan de vacunación podría proporcionar la capilaridad necesaria para que ningún colectivo o zona quede relegada en el mismo.

“Gran parte de nuestras empresas cuentan con una gran red de establecimientos repartidos por toda España, que puede aliviar y contribuir a que el proceso de vacunación se haga en las mejores condiciones para el trabajador, y que ninguna zona quede relegada”, subraya el presidente de ACES, Aurelio del Pino, quien recuerda la puesta en marcha de iniciativas del sector durante la pandemia, como la accesibilidad de las mascarillas a toda la población. “Estamos abiertos a cualquier otra medida”, añade.

Aurelio del Pino (ACES): “Sea cual sea el modelo de vacunación, necesitamos que sea en colaboración estrecha con las empresas”

“Sea cual sea el modelo de vacunación, necesitamos que sea en colaboración estrecha con las empresas, para poder gestionar los permisos y bajas que se produzcan a lo largo del proceso. No se trata de priorizar nuestro sector en términos de esencialidad y presencialidad, sino de identificar las mejores maneras de proceder en tiempo y espacio”, remarca Del Pino.

En este sentido, el sector advierte de las posibles consecuencias de la falta de comunicación entre administraciones públicas y empresas sobre la vacunación de sus empleados. “La vacunación de los trabajadores de la cadena alimentaria se debe hacer rápido y todos a la vez. La aplicación del plan de vacunación general puede afectar al propio funcionamiento de la cadena”, recuerda García Magarzo.

El directivo de Asedas reitera que “puede haber un problema de eficiencia de la cadena alimentaria, con ausencia de los trabajadores si no se planifican los turnos para las vacunaciones. Por eso es esencial que se tenga en cuenta la colaboración con el sector”.

Finalmente, preguntado sobre las últimas noticias acerca de la vacuna de AstraZéneca, Bonmatí ha señala que se trata de una dificultad adicional, que ha generado confusión y recelos por parte de algunas personas, pero igual que para determinar los colectivos por franjas de edades. No es una dificultad diferencial para nuestra propuesta”.