Consumidora de frescos

infoRETAIL.- El gran consumo ha crecido un 2,3% en España durante el segundo trimestre del año, impulsado por el aumento en el precio de la cesta de la compra (+1,8%) y la entrada de productos de mayor valor añadido. Por su parte, la demanda ha mostrado un comportamiento estable, con un leve incremento del 0,5%.

Así lo revela el informe ‘Growth Reporter’ elaborado por Nielsen, que sitúa estos resultados en una línea similar a la registrada en el conjunto de los mercados europeos.

“Algunas categorías en el mercado español han actuado como dinamizadores, como son las bebidas, debido a la climatología benigna, mucho mejor que el año pasado cuando el frío y la lluvia fueron una constante durante prácticamente todo el segundo trimestre”, explica la experta en consumidor de Nielsen, Clara Colodro.

Asimismo, desde la consultora insisten en el buen desempeño que están consiguiendo determinados nichos de mercado, como los alimentos ecológicos o el canal online, que logran crecer a ritmos de doble dígito.

La situación en Europa es parecida a la del mercado doméstico. Así, la subida del precio de la cesta de la compra ha impulsado el crecimiento del gran consumo en el continente un 3,4% entre abril y junio, mientras que la demanda ha registrado un comportamiento plano, con un ligero ascenso del 0,5%.

Por países, destaca el mercado italiano, que ha aumentado un 4% en valor durante el segundo trimestre, gracias al efecto calendario provocado por la Pascua, que en 2018 coincidió con el primer trimestre. Por su parte, Alemania y Francia han logrado sendos repuntes del 2,4% y 1,3%, respectivamente, si bien, en el caso del mercado galo ha sufrido un decenso de las ventas en volumen del 0,7%, frente al incremento del 1% en el país germano.

La nota negativa de los principales mercados europeos corresponde a Reino Unido, que apenas logra un crecimiento del 0,7% debido a la inflación, pues la demanda acumula ya tres trimestres consecutivos en negativo, lastrados por una pérdida de confianza en el clima de consumo. Y es que la economía, en un contexto prebrexit, es la principal preocupación de los británicos.