Desayuno informartivo de Interporc

infoRETAIL.- El director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Alberto Herranz (a la izquierda, en la imagen), ha reconocido esta mañana que el sector es consciente de que el planeta tiene una emergencia climática, en un encuentro informativo al que ha asistido la revista infoRETAIL, en el marco de la Cumbre Mundial del Clima (COP25) que se celebra estos días en Madrid.

“Estamos realizando grandes avances en la lucha contra el cambio climático, pero sabemos que hay que redoblar esfuerzos, y lo hacemos, para seguir avanzando junto al resto de sectores económicos y productivos”, ha remarcado el directivo, quien subraya que el sector ganadero en general, y el porcino en particular, tiene “mucho que decir” en la lucha contra el cambio climático.

“Si midiéramos el impacto medioambiental por territorio gestionado, vertebración territorial o empleo, sin duda seríamos un gran ejemplo a seguir, y de hecho lo somos en cuanto a inversión e innovación para reducir el impacto medioambiental de nuestra actividad”, sostiene Alberto Herranz.

El sector del porcino de capa blanca ha reducido un 47% las emisiones de amoníaco por kilo de carne producido, un 38% las emisiones de óxido nitroso y un 14% las emisiones GEI por la gestión de estiércoles

El director de la interprofesional ha recordado que España aplica el modelo europeo de producción europeo, que conlleva la legislación más exigente del mundo en protección del medio ambiente: “No existe hoy en día ninguna zona del mundo con una normativa más respetuosa con el medio”.

Alberto Herranz ha detallado algunos avances del sector en materia de sostenibilidad, como la disminución en un 30% del uso de agua por kilo de carne producido. Ha indicado que “actualmente el agua total consumida al año por el sector es de unos 54 hectómetros cúbicos, lo que supone tan solo el 0,05% del total de agua disponible en España. Y seguimos implementando medidas para reducir aún más la huella hídrica”.

A ello se suma los trabajos para proteger los acuíferos. Así, las granjas españolas cuentan con balsas cercadas e impermeabilizadas para la gestión de purines y de esa forma evitar el riesgo de filtración y contaminación de las aguas superficiales y subterráneas.

Precisamente, sobre los purines ha aclarado que no son sólo residuos industriales de los que haya que deshacerse, sino que se trata de un abono orgánico de mucha calidad para su uso como fertilizante que permite reducir el uso de abonos químicos en la agricultura. Y también sirve de materia prima para la generación de energía eléctrica en plantas de compostaje, de biogás y de cogeneración.

Ha añadido que, en el caso de los purines, el trabajo se centra en su correcta gestión, en la que el sector trabaja de forma constante para introducir mejoras. “De hecho contamos con una normativa que limita la cantidad que se utiliza por hectárea para garantizar la protección de los acuíferos; lo que obliga a enterrar el purín en el suelo, para contribuir a reducir las emisiones de amoníaco a la atmósfera”, ha comentado.

Emisiones y eficiencia energética
Por otro lado, Herranz ha aclarado que el peso del sector porcino sobre el conjunto de las emisiones nacionales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) es del 2%, "mucho más bajo de lo que a veces se hace creer a la opinión pública".

Además, ha destacado que los ganaderos españoles aplican técnicas para la disminución de estas emisiones, y gracias a ello hemos reducido un 47% las emisiones de amoníaco por kilo de carne producido, un 38% las emisiones de óxido nitroso y un 14% las emisiones GEI por la gestión de estiércoles.

Alberto Herranz (Interporc): "Estamos realizando grandes avances en la lucha contra el cambio climático, pero sabemos que hay que redoblar esfuerzos"

En cuanto a la eficiencia energética, el directivo ha recordado que en España funcionan granjas de porcino que son abastecidas por energías renovables y otra amplia mayoría ha realizado importantes inversiones en aspectos como mejoras en el aislamiento de los edificios; la regulación de los equipos de climatización; una iluminación eficiente; estanqueidad de las naves; o implantación de barreras vegetales cortavientos.

Finalmente, también se ha referido a la economía circular, exponiendo que son cada vez más las granjas que trabajan bajo la premisa 'Reducir-Reutilizar-Reciclar'. Para ello cuentan con depósitos para reciclaje de los materiales de forma separada y los ganaderos participan del proceso al clasificar los tipos de residuos. O que aprovechan el purín para realizar un ciclo virtuoso que los convierte en abono para cultivos que vuelven a alimentar a los animales.