Democracia en tienda

infoRETAIL.- En el actual entorno de omnicanalidad, en el que tanta importancia se le está otorgando al atractivo del punto de venta, uno de los factores vitales que toda organización debe afrontar es la relación entre el liderazgo corporativo y el de la tienda.

Si preguntamos a los responsables de la gestión de una tienda, la falta de alineación y la mala comunicación son las principales fuentes de frustración y desconexión con los objetivos de la compañía.

Sin embargo, casi la totalidad de ese mismo colectivo quiere defender a su tienda por encima de las demás y demostrar cómo con determinados factores de flexibilidad se puede maximizar el valor de la marca.

Las empresas, según van creciendo, tienden a construir estructuras cada vez más centralizadas y limitan la voz de las tiendas

Al mismo tiempo que esto ocurre, desde la oficina central se cuestiona cómo dar al equipo de las tiendas la autonomía necesaria para adaptarse a cada mercado concreto sin debilitar los valores básicos de la marca… La clave está en gestionar de manera centralizada o descentralizada.

Aunque el beneficio de las estructuras descentralizadas suena obvio, las empresas, según van creciendo, tienden a construir estructuras cada vez más centralizadas y, con nuevas capas de gestión, van limitando la voz de las tiendas y, por tanto, del cliente.

Las estructuras centralizadas limitan las responsabilidades del equipo comercial y por tanto su nivel de motivación y capacidad de interactuar con nuestros clientes. La desconexión entre la parte superior e inferior hace que la empresa pierda el foco en los consumidores.

La labor de supervisar el correcto equilibrio entre centralización y descentralización solo la puede liderar el CEO

También es común que, en situaciones de centralización, la oficina central se atribuye el mérito de cualquier éxito y echa la culpa a los soldados que batallan en el frente de aquello que no termina de funcionar.

La labor de supervisar el correcto equilibrio entre centralización y descentralización es una labor que solo puede liderar el CEO. Para ello, hay que salir del palacio de cristal que representa la oficina central y pasar más tiempo con nuestros equipos en el campo de batalla.

Puedes leer el artículo completo, escrito por Javier Pérez de Leza, en este link.