Presentación del informe de Aecoc

infoRETAIL.- El desperdicio alimentario vive dos dimensiones en España: por un lado, las percepciones del consumidor; y por otro, la realidad. Así se explica la disparidad de cifras en los estudios presentados esta mañana en Madrid por Aecoc y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), donde el primero se basa en las percepciones del ciudadano y el segundo en un panel de cuantificación real de los hogares.

En concreto el informe ‘Hábitos de aprovechamiento de los alimentos en los hogares españoles’ de Aecoc revela que dos de cada tres hogares (68%) consideran que su desperdicio alimentario se ha reducido en los últimos años, mientras que el 30% considera que la cantidad desperdiciada no ha variado. Sólo un 2% cree que tira hoy en día más alimentos a la basura que en los últimos años.

Sin embargo, según datos ofrecidos por el director general de industria alimentaria del MAPA, José Miguel Herrero (a la izquierda, en la imagen), el desperdicio alimentario en los hogares españoles creció un 8,7% en 2018 respecto al año anterior, hasta alcanzar los 1.339 millones de kilos/litros. “Equivale a tirar a la basura 26 millones de kilos de alimentos cada semana, lo que supone un mal dato”, lamenta el director general.

Desde el MAPA aseguran que el 84% de los alimentos desperdiciados corresponde a productos sin elaborar, mientras que el 16% restante se refiere a platos ya cocinados

Según el estudio de Aecoc, sólo un 7,7% de los españoles reconoce que desperdicia alimentos con frecuencia, mientras que el 91,6% asegura que no suele tirar comida. Estas cifras contrastan con los datos del MAPA que indican que ocho de cada diez hogares desperdician alimentos, mientras que solo un 20% no tira comida.

“Estas familias antidesperdicio suelen estar asociadas a personas mayores”, comenta Herrero. En este sentido sí hay concordancia entre la percepción de los consumidores y la realidad, ya que los datos de Aecoc también revelan que son los más jóvenes -con edades comprendidas entre 25 y 34 años- los que más comida tiran a la basura, según indica el 11,7%.

En cuanto a la presencia de este fenómeno en los distintos escalones de la cadena de valor, el estudio de Aecoc reconoce que el desperdicio alimentario se produce en todos los sectores. De hecho, cita fuentes de la Comisión Europea para señalar que el 42% del desperdicio recae sobre el consumidor, por delante del sector primario y la industria (39%), la restauración (14%) y la distribución (5%).

Diferencias en las causas del desperdicio
Sobre los motivos para el desperdicio también hay importantes diferencias. En el caso del estudio de Aecoc, el principal motivo (46,4%) que alegan los españoles es la mala planificación de las compras al adquirir más productos de lo que finalmente consumen, mientras que el 35,4% de los encuestados culpa a la escasa vida útil de los alimentos.

La tercera excusa más utilizada para el desperdicio es la falta de conocimiento de recetas de aprovechamiento, con un 14,8% de las opiniones, si bien, este porcentaje asciende hasta el 22,1% en el caso de los más jóvenes. La falta de orden en la nevera es mencionada por el 13,1% -sube hasta el 23,9% en los hogares con cinco o más miembros-.

Finalmente, un 5% de los españoles sostiene que, para lo poco que cuesta el producto, no vale la pena conservarlo. “El valor del alimento va más allá del precio”, ha remarcado la directora de comunicación de Aecoc, Nuria de Pedraza (a la derecha, en la imagen).

“Hay que pasar a la acción en la lucha contra el desperdicio alimentario y avanzar en el camino de la sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, ha asegurado la presidenta del Comité Aecoc contra el Desperdicio Alimentario, Carmen Cobián (en el centro, en la imagen).

El principal motivo (46,4%) para el desperdicio de alimentos es la mala planificación de las compras al adquirir más productos de lo que finalmente consumen, mientras que el 35,4% de los encuestados culpa a la escasa vida útil de los alimentos

Por su parte, José Miguel Herrero ha enumerado tres causas para el aumento del desperdicio en 2018 respecto al año anterior. En primer lugar, se ha reducido un 2% el ‘momento fiambrera’, un fenómeno que se extendió durante la crisis económica consistente en la preparación de platos en casa para luego consumirlos en los lugares de trabajo.

El segundo motivo que explica la subida del desperdicio es el aumento del consumo fuera del hogar, lo que motiva que se tiren más alimentos comprados para consumir en casa. “Se ha incrementado el número de comidas fuera de casa, lo que provoca que cuando el consumidor llega al hogar no tenga hambre”, explica el director general. A estas dos explicaciones, añade el aumento de la temperatura, que supone un acortamiento de su vida útil, especialmente visible en verano y primavera.

En cuanto a la tipología de producto desperdiciado, el estudio de Aecoc revela que las frutas y verduras son, con diferencia, las categorías que se tiran de forma más habitual en los hogares españoles, según reconoce el 67% de los encuestados. Les siguen pan y bollería (17,8%), salsas (15,8%), embutidos (10%), lácteos (9,1%), platos preparados (6,9%), carnes y pescados (6,3%), huevos (3,9%), conservas (2,7%), zumos (2,6%) y otros (9,4%).

Desde el MAPA aseguran que el 84% de los alimentos desperdiciados corresponde a productos sin elaborar, mientras que el 16% restante se refiere a platos ya cocinados. En el primer caso, las categorías que más se tiran a la basura son las frutas (32%), verduras y hortalizas (14%) y derivados lácteos (13%); mientras que en las comidas elaboradas destacan las lentejas, el cocido, la tortilla de patata y el potaje de garbanzos.

“Todavía tenemos mucho campo de mejora”, señala José Miguel Herrero, quien apuesta por seguir concienciando a la ciudadanía para buscar soluciones: “Hay falta de concienciación en la lucha contra el desperdicio, especialmente entre los más jóvenes”. En cualquier caso, el director general se muestra optimista para minimizar esta lacra: “Vamos a encontrar la solución a este problema entre administraciones, empresas y consumidores”.

Confusión de fecha de caducidad y consumo preferente
Otra de las problemáticas que pone de manifiesto el informe de Aecoc es que el consumidor sigue confundiendo la fecha de caducidad con la de consumo preferente. En concreto, un 43,1% cree que el producto se puede consumir con seguridad pasada la fecha de caducidad. Este desconocimiento va en aumento según avanza la edad de los encuestados.

De hecho, el 73% de los españoles consume los alimentos una vez superada la fecha de caducidad. Sin embargo, sólo un 12,8% sólo consume siempre los alimentos que han superado la fecha de consumo preferente.

El 73% de los españoles consume los alimentos una vez superada la fecha de caducidad

Los consumidores prefieren guiarse por otros indicadores a la hora de tirar un producto, como es el olor (39%) y el aspecto (35%). Por detrás se sitúan la fecha de caducidad (14%), el sabor (9%) y la fecha de consumo preferente (3%).

En este sentido, José Miguel Herrero ha avanzado que el MAPA lanzará el año que viene una campaña de comunicación para explicar al consumidor las diferencias entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. Además, incluirá consejos para realizar una compra responsable, y sobre cómo colocar los alimentos en la nevera, así como lanzará recetas de aprovechamiento de excedentes. “También vamos a reformular la estrategia ‘Más Alimentos, Menos Desperdicios’ que concluye en 2020”, añade.