infoRETAIL.- Las autoridades francesas han aprobado un proyecto de ley que prohíbe a los supermercados de más de 400 metros cuadrados destruir los productos no vendidos.

El proyecto, que se engloba en una ley más amplia sobre energía y medio ambiente, obliga a los retailers a suscribir contratos para donar los productos no vendidos pero aún comestibles a organizaciones de caridad o para su uso como alimentación animal o compost agrícola, con un plazo que finaliza el de julio de 2016. Su incumplimiento supondría dos años de cárcel y multas de 75.000 euros.

Por su parte, la Federación Francesa de Comercio y Distribución (FCD) considera “un error” que sólo se aplique a los grandes supermercados, ya que “sólo representan un 5% del desperdicio total de alimentos”.

Según datos del Ministerio francés de Medio Ambiente, los franceses desechan al año entre 20 y 30 kilos de comida por persona, lo que supone un coste total de entre 12.000 y 20.000 millones de euros. En 2012, el gobierno francés estableció el objetivo de reducir el desperdicio a la mitad para 2025.