infoRETAIL.- El índice de confianza de los consumidores ha retrocedido ligeramente en España hasta los 63 puntos en el último trimestre de 2014, lo que supone dos puntos porcentuales menos que en el trimestre anterior.

Este dato rompe con la tendencia de ocho trimestres consecutivos de confianza al alza, según el último Estudio Global de Confianza de los Consumidores, elaborado por Nielsen. Sin embargo, comparado con el último trimestre de 2013, los datos de 2014 suponen un incremento de cinco puntos.

De acuerdo a este estudio, España se une a otros 19 países en Europa donde la confianza ha retrocedido con respecto al tercer trimestre. De hecho, la pérdida de dos puntos en la recta final de 2014 se encuentra en línea con el resto del Viejo Continente, donde la confianza ha pasado de 78 a 76 puntos.

El elevado nivel de desempleo sigue marcando la confianza del consumidor. En concreto, tres de cada cuatro consideran que las perspectivas laborales para los próximos doce meses son malas o no muy buenas, frente al 20% que se muestra confiado en vivir un buen año en el terreno laboral.

De hecho, la seguridad en el empleo es la principal preocupación para los españoles de cara a los seis próximos meses. Así lo expresa el 27% de los encuestados en este estudio, seguido por el 16% que pone en primer lugar a la economía como lo que más le inquieta.

Esta preocupación por la situación laboral y económica se constata en la percepción de los españoles sobre el momento actual de España, en tanto el 80% afirma que el país sigue en recesión frente al 20% que considera que ya ha dejado atrás este estado. Además, apenas uno de cada diez piensa que se superará a lo largo de los próximos doce meses.

Tampoco son muy optimistas con su situación personal financiera. Tres de cada diez españoles sí consideran que en 2015 el estatus de sus finanzas será bueno o excelente, frente al 65% que ve los próximos doce meses con pesimismo.

Menor gasto doméstico
Ante la coyuntura económica, los españoles han adoptado medidas para ahorrar. Así, tres de cada cuatro encuestados afirman que, con respecto a finales de 2013, han cambiado su manera de gastar para inyectar más ahorro a la economía doméstica. Los españoles suelen optar por recortar en ocio fuera del hogar o intentar ahorrar en la factura de gas y electricidad, medidas que son puestas en marcha por seis de cada diez encuestados.

También prefieren comprar menos ropa (58%) o rebajar la factura del teléfono (50%). Estas alternativas superan incluso a cambiar el consumo de alimentación vía compra de marcas más baratas, una actitud que pone en práctica el 47% de los consumidores.

No obstante, todo indica que cuando la situación económica mejore los españoles abandonarán progresivamente esa contención del gasto. En el supermercado, el 20% de los consumidores seguirá comprando marcas más baratas, frente al mencionado 47% en la actualidad. Sin embargo, donde será más notable el cambio de actitud es en el entretenimiento fuera de hogar lo que beneficiará directamente a la hostelería.

“Falta que las mejoras macroeconómicas lleguen a los hogares y que los españoles no sólo ganen en confianza sino también en renta disponible. En el caso particular del mercado de gran consumo, la deflación permite que los consumidores compren un poco más por un poco menos y parece que en 2015 esta dinámica se repetirá”, ha explicado el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez.

“A falta de una mejora real de renta y con un consumidor tan hipersensible al precio, las estrategias de la oferta insistirán en ofrecer precios competitivos, sobre todo en frescos. Además, los fabricantes mantendrán su actividad promocional con el objetivo de recortar el diferencial con las marcas de la distribución”, ha añadido.